Capítulo IV: Revelaciones.
Entré a la preparatoria con el corazón partido, sin embargo conocí a muchas personas que me ayudaron poco a poco a quitarme la carga de amor no correspondido, no fue fácil, costo un año, perder a muchas amistades que por los pelos logré salvarlas. Estaba en mi primera opción, mis amigos estaban apoyándome y todo parecía tan bien. Incluso estaba saliendo con una chica. Conocí a Andrés, un chico que paso por cosas similares a las que pasé con Lilian y hasta la fecha conservo su amistad

Descubrí que Rubí había estado embarazada y tenía una linda hija, hasta  el día de hoy no la conozco en persona ni he vuelto a ver a Rubí pero me alegro el saber que era feliz con su plan de vida, por mi parte tenía una relación con Leticia, al principio todo iba en “viento en popa”, ella tenía al chico que le gustaba y yo tenía a una chica que por fin me quería, sin embargo Carmen estaba interesada en mí, y he de admitir que Carmen me daba la pasión que a Leticia le faltaba, ya que después de los primeros días empezó a ser demasiado cortante. Todo acabo muy mal con Leticia, me sentí mal por ello pero ahora tenía una relación con Carmen, muy complicada, por ella fui a uno de los lugares más peligrosos de la Ciudad de México sin saber muy bien cómo llegar a su casa, recibí un “golpe” en el punto débil de cualquier hombre, pero todo valió la pena ya que si bien nunca fuimos pareja oficial pude probar muchos de sus besos, toque cada parte de su ser y ella me toco de pies a cabeza, y nos fusionamos en cuerpo y alma. Por un instante en el éxtasis de esa acción pensé en Lilian, cuando eso paso sólo podía abrazar a Carmen más fuerte y seguir con la gloria que me estaba dando.

No fue hasta segundo año en la clase de teatro, el ejercicio que nos pusieron consistía en abrir nuestro interior y cerrarlo para que nuestras emociones fueran controladas a la hora de la escena, yo vi el paraíso Todos mis conocidos vivos y muertos portaban túnicas blancas, estábamos en un jardín con potentes y deliciosos aromas entrando por cada uno de mis poros, a unos pasos de mí veía una exquisita comida con mis platillos y frutas favoritos. De repente todo se nublaba, todos se volvían estatuas y se desvanecían con una ráfaga de viento, mi profesor trataba de controlarme y pude mencionar dos nombres. A Carmen y a Lilian. Me costó tres días volver a la “normalidad”.


Unos meses después me tomé una foto con mi cabello largo, y      la publique en mi foro, para mi sorpresa Lilian me seguía, bueno supongo que le envíe la solicitud en algún momento de mi primer o segundo año de preparatoria, y me dijo que me veía bien con el cabello largo, desde ese comentario empezamos a hablar.

-Bueno veo que me has olvidado –me dijo en mi foro- así que creo que debes de saber que me gustabas mucho y que si me hubiera gustado ser tu novia, pero tenía miedo de perderte, pero me alegro que ya me hayas olvidado.

Como quería decirle que con sus palabras había sacado a un sentimiento que yo creía muerto, que no la había superado pero que jamás la había olvidado, pero ya no quise seguir con el tema aunque la curiosidad me mataba. Acordamos vernos. En ese momento estaba hablando con Carmen y le conté lo sucedido, me escribió que la olvidará, podía alegrarme la noche con alguna foto o una conversación “excitante” pero realmente no tenía ganas. Al parecer eso le molesto demasiado, tiempo después terminamos las cosas, de muy mala manera, y en esta ocasión me sentí devastado, pero tenía personas más importantes en mi vida y debía de recuperar a otras.

Casi lloro cuando vi que no llegaba ni media hora después de la hora acordada, pero me quede ahí soportando el dolor de haber sido un tonto con el hecho de penar en que vendría. De pronto tocaron, camine desganado hasta la puerta y la abrí de golpe, entonces ahí estaba ella, sorprendida de verme tan decaído, la interrumpí cuando le decía a mi tía Rosa (quien cual tenía una ventana que daba a la calle) que si estaba en casa. La abracé, y nos metimos a la cocina, le confesé que no pensé que llegara y eso le molesto, de mala gana fuimos al supermercado y tuve que decirle:

-Un día rompí sin querer un regalo de San Valentín en el mismo día, la chica no me hablo por meses pero ya se arreglaron las cosas, contigo no puedo esperar meses cuando he esperado dos años por este día –eso la animo un poco. 

Comimos en paz, vimos anime como en los viejos tiempos y me presento a su novio por fotografías. También me acorralo en la cocina, podía verme reflejado en sus brillosas pupilas, nuestros cuerpos estaban a unos milímetros, sus labios parecían más sensuales y carnosos de lo que recordaba y tenía tantas ganas de besarla pero a había pasado algo similar con Carmen, con la cual inicié la relación aunque ella tenía novio y yo lo sabía, no cometería ese error dos veces, además Lilian se veía muy feliz con su novio, por cierto se llama Octavio, no iba a interrumpir esa felicidad. Pusimos mucha música y me dijo:

-Escúchala esta por si se la quieres dedicar a alguien –en mi pequeña utopía mental me decía que me la estaba dedicando ella a mí indirectamente, pero quise poner los pies en la tierra y sólo asentí, la verdad ya ni me acuerdo que canción era, es algo de lo cual no me siento orgulloso de olvidar, incluso en la letra puede que haya una pista de sus sentimientos hacía mí, ¡Que patrañas! Siento que entre más lo pienso más enloquezco por Lilian. Nos despedimos y estuve pensando en cada una de sus acciones, en cada una de sus palabras, en cada parte de ella, y el año de recuperación se fue a la borda… Si, volvía a estar perdidamente enamorado de Lilian otra vez.

Les dije a las personas que pensé que podían ayudarme, y después de escuchar sus opiniones, darle 1000 vueltas al asunto (llegando al punto de volver a escribir poemas sólo para ella, desvelarme por platicar en mensajes de texto con ella, y soñar dormido con ella) llegue a las siguientes conclusiones:

1) Quería pagarme todo el dolor causado con un beso por lo menos, por eso me acorralo.

2) Piensa que ya la he olvidado y que mis sentimientos por ella están más que muertos.

Por el bien de ambos tenía que alejarme de Lilian y lo hice, sin carta, sin mensaje, sin acciones, sin nada, simplemente me distancié, debo admitir que ha sido el dolor más horrible que he sentido pero era lo mejor que podía hacer en esas circunstancias. Cuando se fue rápidamente le envié un mensaje a su novio.

“Hola, no me conoces en persona pero en correo electrónico  si... sólo quería decirte algo el día que Lilian me visito pero me dice que no tienen secretos (ya que quería hablarte por teléfono y decirte algo que estará en este mensaje y que probablemente se lo digas a Lilian) y es... ¡Gracias! No sé cuánto llevan pero sea el tiempo que sea gracias, ya que has hecho feliz a lo largo de estos meses a una de las personas más queridas de mi vida. Espero conocerte un día y darte un abrazo. Favor de no responder este mensaje a menos de que quieras que nos conozcamos mejor (sin volver a tocar este asunto) y seamos amigos”.